A través de un largo y complejo proceso histórico, Brasil dejó de ser una colonia portuguesa y se convirtió en una nación independiente. Con este acontecimiento, el país se organizó como monarquía con Pedro I como emperador.
La obra ¡Independencia o Morte! (El Grito de la Independencia), de Pedro Américo, de 1888, contribuyó a fijar en la memoria de los brasileños lo que habría sido el gesto oficial de la fundación de Brasil. Se considera la representación más consagrada y difundida del momento de la independencia. Hoy, el cuadro forma parte de la colección del Museo Paulista.